El Neodadaísmo tuvo su desarrollo simultáneamente en Estados Unidos y en Europa a lo largo de la década de los cincuenta y comienzos de los sesenta. Pretendían convertir la pintura en un objeto, tratarla como algo exterior al artista. Para lograrlo incorporaron elementos de la realidad misma – trozos de fotografía, latas de cerveza usada o cualquier tipo de objeto cotidiano- a partir de lo cual pintaban por encima, pero neutralizando cada vez más su intervención pictórica hasta convertir el resultado final en una mera presentación de objetos.
En 1962 Joseph Beuys comenzó sus actividades con el movimiento Neodadaísta, del que llego a ser el miembro más significativo y famoso. Su mayor logro fue la socialización que consiguió hacer del arte, acercándolo a todos los tipos de público. Para Beuys la utilización del arte como un medio político de transformación de la realidad social tenía una gran importancia. Para él, los objetos y determinadas materias están cargadas de un simbolismo muchas veces biográfico. Sus acciones han sido descritas como íntimas, intensas y con una fuerte carga política. Utilizaba para sus acciones “partituras”. Eras pequeños esquemas de instrucciones para su realización. Sus acciones, al no ser literales, permiten una lectura amplia para el espectador, que facilita la apropiación individual de aquel que recibe la obra. Las obras de Beuys, sea cual sea la forma que toman, son muestras de una gama específica de actividades más que objetos susceptibles de adquirir existencia propia. Son interesantes tanto física como psicológicamente, pero no desde el punto de vista formal, y apoyan la intención de Beuys de ser un conductor o transmisor de fuerzas naturales ajenas a la sociedad en que trabaja.
A finales de los años 50, se dio en Estados Unido, en Europa y en Japón un nuevo movimiento artístico, el FLUXUS.
Este movimiento ofrece un nuevo punto de vista, y ofrece la oportunidad de obtener la libertad necesaria de pesar y de crear a voluntad propia, aceptando cualquier opinión. Tiene la idea de arte como diversión y se interesa más por la participación activa del público que por la obra en sí.
Hay un investigador científico llamado Cang Xin que se dedica a realizar fotografías y performances, en lugares conocidos como la Gran Muralla China. Se considera una especie de chamán, que se puede comunicar paralelamente con las entidades del reino del cielo, de los hombres y de la tierra.
Uno de los artistas más conocidos por sus obras en estas fechas es Zhu Ming, especialmente porque él es el protagonista de todas ellas. Según sus palabras, es el único modo en el que considera que puede trabajar con total y absoluta libertad.
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