sábado, 27 de febrero de 2010

La mujer en el arte

A lo largo de mi formación, me he dado cuenta de que la inmensa mayoría de las referencias que los profesores nos han proporcionado son masculinas, es decir, que la mayoría, por no decir todos los ejemplos que he visto a los largo de mi educación artística, han sido realizados por hombres. Esto tiene su explicación, si atendemos a que no ha sido hasta bien entrado el siglo XX, que la mujer no ha sido reconocida como artista y ha tenido la libertad de producir libremente. Esto no quiere decir que antes no hubiera mujeres dedicadas al arte, pero sí que hubo que esperar hasta la Revolución Industrial y el ascenso de la burguesía para que esto sucediera.

Actualmente, la mujer en el mundo del arte tiene libertad de producir y crear lo que quiera, quizás las trabas se las encuentre a la hora de exponer en las galerías y museos. Y es ahora, con la libertad de expresión y la eliminación de toda la supresión que hubo en los siglos pasados, cuando están surgiendo artistas que no esconden su homosexualidad pues, al igual que su propia obra, es algo que forma parte de ellos mismos, de su forma de ser.

Así pues, hablaré de mujeres que son artistas y lesbianas, para ofrecer otro punto de vista que hasta ahora no habíamos tenido.

Alexandra Hedison, es artista visual y se dedica a la fotografía. Expuso una muestra de paisajes en la Galería Rose en Los Angeles y sus retratos han sido publicados en las revistas Time, USA Today, NY Times, People y Newsweek. También ha trabajado como directora de cine. El año 2005 dirigió la animación “In The Dog House” y el documental “The Making of Suit Yourself”. Ha actuado como actriz en una gran cantidad de papeles pequeños en el cine y la televisión, y una aparición importante en la serie The L Word. En su página web (http://www.hedison.com/) se pueden ver sus tres colecciones de fotografía: Elements, Building e Ithaka.

Tee A. Corinne siempre quiso que su arte marcara una diferencia en el mundo, ya fuese a través de la fotografía, el dibujo, la pintura, la cerámica, el grabado o la escultura. Comenzó a exhibir obras y escribir a mediados de la década de 1960, escribió una novela, tres colecciones de relatos cortos, cuatro libros de poesía y numerosos libros de artistas y publicaciones en pequeñas ediciones. A diferencia de la fotografía de temática lésbica que se había hecho hasta entonces, casi siempre con modelos e imágenes de carácter fetichista, Corinne estaba interesada en fotografiar parejas reales de lesbianas, además de representar distintos tipos de mujeres (discapacitadas, negras, viejas o gordas), crear imágenes metafóricas y simbólicas, con efectos (como el solarizado, la exposición múltiple o los negativos inversos) o composiciones cercanas a la abstracción. En febrero de 2003 Beverly Brown, su pareja desde hace 14 años, fue diagnosticada de cáncer de colon, con un pronóstico de un año y medio más de vida. Junto con Brown, Corinne comenzó a trabajar con la fotografía digital intervenida y a color, creando la extensa serie “Picturing Cancer in our Lives”. Superando la marca del año y medio, Brown murió el 27 de octubre de 2005. Después de unos meses, Tee A. Corrine murió de cáncer de hígado en su casa de Oregon, el 27 de agosto de 2006.

sábado, 20 de febrero de 2010

El arte y los elementos que lo sustentan

Hoy en día el mundo del arte se mantiene gracias al gran comercio que con él se mueve y, este a su vez es mantenido por los museos, las galerías y los coleccionistas de arte. Todos estos elementos son los engranajes de un gran circuito.

La función de los museos es la de exhibir las obras y las colecciones de los artistas, al igual que las galerías, también se pueden dedicar a la venta de éstas, pero su función última siempre será de un carácter cultural. Por otro lado, las galerías suelen estar situadas en establecimientos más pequeños, pues lo museos pueden llegar a ser de las edificaciones más grandes, ya que una de sus funciones es la venta del arte, así pues las galerías serían como un establecimiento comercial normal, en el cual se exponen obras y colecciones artísticas durante quince o treinta días, según la importancia del artista. Finalmente, los coleccionistas de arte se podrían clasificar en el elemento más importante de la cadena, pues son ellos los que, tras todo el proceso artístico, terminan por adquirir la obra con su compra. De este modo se genera el ciclo en el que el artista crea, el museo y la galería exponen y el coleccionista compra para dar un beneficio a todos los elementos anteriores. Pero la función del coleccionista no es solo la de obtener un objeto y contribuir con ello, sino que con su colaboración contribuye a la conservación de material cultural muy importante, un material que, bien conservado, tendrá una vida muy extensa que permitirá en un futuro hacer saber a las siguientes generaciones, quienes éramos y cuáles eran nuestras ambiciones y preocupaciones.

Tras saber esto, al interrogante de ¿bajo qué criterios se decide qué es arte y qué no? Se podría decir que arte es lo que el comprador demanda, es decir, se crearía otra cadena en la que el artista produce una obra que sabe que será comprada y expuesta, y el comprador adquiere esa obra y la califica de obra de arte. Pero entonces, los artistas que no producen su obra con fines comerciales ¿no hacen obras de arte? ¿Quién y cómo se decide si sus trabajos valen como obras de arte? Obviamente si su obra no va a ser expuesta, sino que se reduce a su ámbito privado o cercano, ese criterio está en manos del propio artista; y si lo que quiere es exponerlo en el museo, será éste quien decidirá si exponerlo o no, si es considerado arte en ese momento o no.

El mundo del arte

Este mundo es muy extenso, pues abarca todas las tendencias que posee el arte, las cuales pueden llegar a ser tantas como artistas. Está compuesto por los artistas, que son los productores del arte; las obras de arte, el producto de los artistas; los museos, que se podría decir que son los grandes centros comerciales del arte junto a las galerías, y en ellos se realizarían las exposiciones de las obras.

El arte, como negocio que puede llegar a ser, es una realidad para muchos, pues de ello viven y es toda su vida, pero para otros puede ser un fraude, seguramente habrá muchos que se sientan engañados por el arte contemporáneo, y dirán “¿y esto es arte? Pues vaya mierda…”, seguro que esta es la reacción más extendida si decimos que se considera arte un video de Warhol comiéndose una hamburguesa, mientras que otros simplemente dirán “Es Warhol…”

Luego está la polémica sobre la falsificación dentro del arte. Desde mi punto de vista, puede llegar a ser algo práctico, siempre y cuando se mantenga dentro de un mismo ámbito y muy controlado. Por ejemplo, es algo práctico a la hora de hacer una copia de cualquier original y así conservar éste y exponer la copia, o para su difusión comercial, aunque para ese fin es más común realizar las copias en láminas. Claro que para falsificar una obra, ésta primero ha de haber sido clasificada como obra de arte, la cual se entiende por objeto o acción que cumple las siguientes características:

Que el objeto sea reconocido como una pieza de arte por algún componente de las autoridades en la materia.

Que el objeto posea significados independientes de las características que se le atribuyen por su función.

Que el objeto sea producto de las intenciones conscientes del artista creador.

Que el objeto realizado conlleve la intención de crear nuevos significados.

domingo, 14 de febrero de 2010

¿Obras de arte o artistas?

En otras épocas del arte, el artista comenzaba su carrera a la sombra de su maestro, y conforme ganaba experiencia, si realizaba obras de importancia, iba logrando un renombre. Cierto es, que llegados a un punto, cuando el artista obtiene la categoría de maestro, su obra se clasifica como algo excepcional por el simple hecho de llevar el nombre de ese autor. Es entonces cuando surge la duda de, qué es más importante ¿la obra de arte o el artista? Con lo que he comentado anteriormente, yo diría que esa importancia varía según evoluciona el artista, es decir, en sus principios si sus obras lo merecen, el artista cobra más importancia, pero llega un punto en el que todo lo que haga el artista estará bien visto, aunque esto no quiere decir que le otorgue renombre al artista, pues son muy numerosas las obras que han impactado a la sociedad y poca la gente de a pie que conoce el nombre del autor, un ejemplo claro de esto es el famoso cuadro de “El Grito”, ¿cuánta gente, si vamos preguntando por la calle, sabría decirnos que es de Eduard Munch?
Esta evolución del artista puede derivar en muchos finales, algunos son “el artista capitalista”, como Andy Warhol, con el que tenemos un claro ejemplo en su obra “Comiendo una Hamburguesa” ¿qué importancia social o qué nos aporta sobre el artista, una obra en la que su autor se come una hamburguesa y se va? Obviamente Warhol argumentaría que ese acto es una crítica social, pero en ese caso, lo único que tendría valor en sí mismo es ésa argumentación, o bien, exponer esa argumentación junto a la reproducción del video.
Otra derivación es la de “el artista como revolucionario” en la que un claro ejemplo es Leo Bassi. Este artista basa prácticamente toda su producción en el espectáculo, pues sobre todo le viene por tradición familiar. Con su obra puede llegar a ser muy conflictivo, como uno de los casos en 2006 al representar su obra “Revelación” tuvo problemas en Madrid, con un intento de bomba en el teatro, y en Toledo con la Iglesia, la cual no quería que se representara la obra.
Luego hay otros artistas que se podrían clasificar de “creadores autónomos”. Estos artistas lo único que buscan es realizar su obra y expresarse, el que se hagan famosos con ello u obtengan algún beneficio después, es algo que para ellos es secundario.
Finalmente hay también otro grupo de artistas “independientes” se podría decir, y que muchos de ellos trabajan en el margen de la legalidad, como Knitta Please o Muto. La primera se dedica a tejer con la técnica de tricotar, el resultado es parecido a las típicas bufandas de abuela, con la diferencia de que Knitta las coloca en el espacio público, en estatuas, señales de tráfico… algo que interfiere directamente con el espacio urbano y puede llegar a considerarse vandalismo, aunque muchos lo denominan el nuevo grafiti. Quien sí hace grafiti es Muto, sin embargo, lo realiza de un modo completamente diferente al que conocemos, pues su intención final es lograr una animación con el conjunto de imágenes obtenidas, la diferencia con una animación tradicional, es que su lienzo son todas las paredes urbanas que encuentre a su paso.

El arte como mercancía, valor social y herramienta de cambio social

A lo largo de la historia, el ser humano ha necesitado de cosas que poseían sus congéneres, y para lograr un cambio equivalente, comenzó la práctica del trueque, que más adelante evolucionaría en el comercio que conocemos actualmente.

Ahora, en el s.XXI, en ese comercio se puede adquirir y vender cualquier cosa, entre ellas el arte mismo. Una de las aspiraciones de cualquier artista es poder vivir de su obra y para ello tiene dos opciones, o se adapta a las corrientes del momento y produce una obra acorde a los movimientos actuales para que pueda ser aceptada fácilmente por el público; o realmente sigue siendo fiel a su espíritu y creación personal. Sin embargo, esto no quiere decir que en la primera opción no se encuentren artistas que realmente están creando una obra acorde a sus motivaciones y no a las tendencias del comercio.

Es por esto que el arte se ha convertido en mercancía, pues se genera para su venta final, y el artista sería su fabricante y distribuidor. Pero por otro lado, es precisamente esta mercantilización del arte la que facilita su acceso al público, de ese modo, las obras con carácter social, se convierten al ser expuestas, en un arte de valor cultural. Obviamente, esto sucede porque el arte que no se expone, es un arte desconocido y, por tanto, no se puede clasificar ni aporta nada a la sociedad o la cultura.

El arte, al obtener esta clasificación de valor cultural, obtiene también el “privilegio” u “obligación” de ser una herramienta de cambio social. El arte tiene el poder de mover masas y de hacer cambiar creencias. Los constructivistas, por ejemplo, usaban las herramientas del arte para usarlas en plasmar sus convicciones políticas, y durante siglos, el mejor ejemplo de todo esto ha sido la Iglesia católica, usando el arte como herramienta para atraer fieles a su creencia.

Hoy en día, con ese poder que tiene el arte, tiene también la responsabilidad de abrir los ojos al mundo de lo que sucede actualmente en él, de criticar acciones públicas altamente cuestionables y de concienciación social.

sábado, 13 de febrero de 2010

El arte y su función

El arte se entiende como cualquier actividad u obra realizada con un fin estético o comunicativo, a través del cual poder expresar ideas, emociones y, una visión y relación con el mundo personal. Así pues, el arte se puede entender como un sinónimo de capacidad, habilidad y experiencia adquirida.El arte se puede presentar de diversos modos, desde la práctica más ornamental a presentar un contenido religioso. Del mismo modo puede ser duradero o efímero.
A partir del s.XX se pierde incluso la esencia material de la obra. Beuys decía que la vida es un medio de expresión artística, destacando el aspecto vital, la acción. Así, todo el mundo es capaz de ser artista.
La definición de arte podría incluso hacer un paralelismo con la ciencia, ya que los artistas como los científicos, tratan siempre de imponer un orden partiendo de sus experiencias vividas, pretenden comprender el universo en el que viven haciendo una valoración del mismo y transmitiendo su interpretación al resto de individuos. Sin embargo, existen grandes diferencias entre arte y ciencia, por ejemplo, mientras los científicos pueden invalidar leyes o teorías mediante las investigaciones, las obras de arte poseen un valor permanente, independientemente de que cambie el punto de vista del artista o el gusto del público.
Dadas las relaciones de la obra de arte con la cultura donde ha sido creada, es incuestionable el importante papel que tiene a la hora de expresar el conocimiento de éstas culturas. Así la ideología, la creencia y toda la actividad espiritual del hombre, tienen lugar en la obra de arte.
Ernst Fischer en su libro “La necesidad del arte” plantea una idea al reflexionar sobre el arte, y concluye con que es un medio indispensable para fundir al individuo con el todo: “… el hombre quiere ser algo más que él mismo, no le satisface ser un individuo separado, quiere ser un hombre total. Sabe que solo puede alcanzar la plenitud, la totalidad si toma posesión de aquellas experiencias de los demás que pueden ser potencialmente suyas…”. Así, según Fischer, el arte refleja para el hombre su capacidad de relacionarse con los demás, de compartir experiencias e ideas.
Se entiende entonces que las funciones de la obra de arte no nacen solo de la intención del artista, sino también del espectador, que toma parte activa en la obra. El arte, por tanto, involucra a las personas que lo practican como a quienes lo observan por igual.Sin embargo, desde el s.XIX, la revolución industrial y el desarrollo del capitalismo, provocan que la obra de arte pierda su valor útil para adquirir un valor de cambio, convirtiéndose en una mercancía más en el proceso capitalista. Así surgen los intermediarios y las casas de subastas, perdiéndose la relación directa entre comprador y artista.
La función de la obra de arte es ahora la inversión, el prestigio u otras similares, por lo que la distancia entre el lenguaje del artista y su comprensión por la sociedad es cada vez mayor.