Este mundo es muy extenso, pues abarca todas las tendencias que posee el arte, las cuales pueden llegar a ser tantas como artistas. Está compuesto por los artistas, que son los productores del arte; las obras de arte, el producto de los artistas; los museos, que se podría decir que son los grandes centros comerciales del arte junto a las galerías, y en ellos se realizarían las exposiciones de las obras.
El arte, como negocio que puede llegar a ser, es una realidad para muchos, pues de ello viven y es toda su vida, pero para otros puede ser un fraude, seguramente habrá muchos que se sientan engañados por el arte contemporáneo, y dirán “¿y esto es arte? Pues vaya mierda…”, seguro que esta es la reacción más extendida si decimos que se considera arte un video de Warhol comiéndose una hamburguesa, mientras que otros simplemente dirán “Es Warhol…”
Luego está la polémica sobre la falsificación dentro del arte. Desde mi punto de vista, puede llegar a ser algo práctico, siempre y cuando se mantenga dentro de un mismo ámbito y muy controlado. Por ejemplo, es algo práctico a la hora de hacer una copia de cualquier original y así conservar éste y exponer la copia, o para su difusión comercial, aunque para ese fin es más común realizar las copias en láminas. Claro que para falsificar una obra, ésta primero ha de haber sido clasificada como obra de arte, la cual se entiende por objeto o acción que cumple las siguientes características:
Que el objeto sea reconocido como una pieza de arte por algún componente de las autoridades en la materia.
Que el objeto posea significados independientes de las características que se le atribuyen por su función.
Que el objeto sea producto de las intenciones conscientes del artista creador.
Que el objeto realizado conlleve la intención de crear nuevos significados.
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